sábado, 13 de septiembre de 2008

Los 20 minutos de soledad.

Los últimos dos post son dimes y diretes con el susodicho, pero mientras lo leo, no dejo de pensar en EL.
Hoy vi a JJ y le contaba lo feliz que soy, sin embargo, ayer no lo fui mucho, tal vez sea el constante gose de la vida en pareja, o tal vez sea simplemente el stress, está cansado, me repito una y otra vez. Mi relación con El esta de maravilla como lo digo todo el tiempo, como sacándole cachita a la vida, pero resulta que ayer tuve cierto remesón de infelicidad, fue una noche más que se quedaba aquí, en casa, en mi cuarto, en mi cama, en la cual luego me acurruco como si el estuviera al lado.

Ayer fue un dia muy cansado, la capa, las clases los trabajos, todo! me ha dejado con un dolor de espalda terrible y el es mi mejor masaje, mi red bull y mi diazepan. Me di una ducha, como siempre sobrepasando el tiempo que debería, salí relajada y congelada, llegué al cuarto y lo vi arropado en Mi cama, que por esa noche sería la suya, me cambie, siempre evitando que me vea completamente desnuda, por una cuestion de mania, que no me gusta que me miren mientras me cambio, o al menos eso digo, whatever, Me puse la pijama, como siempre la menos sexy, un buzo, una polera y una ligera peinada, me pare al lado de la cama para embadurnarme en crema, olor a maracuya, me seguia viendo, "Que!", logre gritar, con ese tonito de antipatica que logro sacar con el, y de pronto al parecer el sueño se le fue, me tocaba como el sabe que me gusta, y en mi cabeza pensaba, "como amo a este idiota", me puse frente a él y lo besé.


Mientras hago el amor con él, olvido todo, bueno casi, de tanto en tanto pensamientos distractores aparecen, pero la mayoría de veces es: "ojala nadie venga", ayer era muy tarde y nadie venía, lo sentía junto a mi, los cuerpos juntos, llenos de pasión, que antiguo y guachafo suena, pero es la purita verdad, lo besaba, lo amaba, 20 min despues ya estaba arriba, acurrucada en la cama de mi madre, xq sería demasiado dormir con el, pero cuanto lo extraño. Recordé sus palabras mirándome con ojos de gato con botas, "te siento molesta, fastidiada" como siempre, yo y mi parquedad, las ganas de que adivine lo que pienso, con una sonrisa, la mas fingida de todas, "no amor, todo bien, descansa." Pues no!, nada estaba bien, en mi cabeza lo quería golpiar, tirarlo a la cama y que me devuelva los minutos faltántes, pero me quedé callada y lo odie, subí, y lo odie, me dormi, y lo odie, me desperté y quería besarlo, esos minutos antes de dormir, fueron insoportables, me sentí tan perra de sentir esa molestia porque yo no fui tan feliz.
Aprendí que no importa cuanto ames a alguien, igual puedes odiarlos por no ser re-feliz, una cuestión de egoísmo pensé hoy.

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